No entiendo por qué le dicen “rojo”. Arena roja, centro rojo, la roca roja. No…es naranja! Naranja como un ladrillo, como una cancha de tenis, como el uniforme de Holand… no, nunca tanto! :). No entiendo por qué el Abierto de Australia no se juega sobre ladrillo. Hay tanto, que deberíamos estar viendo partidos de cricket y rugby jugados sobre ladrillo también.
Por cierto, luego del relativo bajo “éxito” del post sobre Nueva Zelanda (según Sandra es por la temporada navideña, según yo es por el historial de posts demasiado largos y el exceso de fotos de paisajes), esta vez sí prometo que lo haré más corto. Eso sí, no se librarán de algunas fotos tipo postal (vamos, que es Australia después de todo).
Pero bueno… después del paseo por Nueva Zelanda, volamos de Queenstown a Melbourne y pasamos unos días allí, en el departamento de una pareja chino-indonesia (gracias a Airbnb) que más parecía el cuarto de una adolescente de Tokio. En cualquier momento saltaba Pikachú a atacarnos desde alguna esquina.
Simpática ciudad, Melbourne, con su cultura de los “lanes” -estrechos callejones llenos de cafés, bares, restaurantes, tiendas- y arte callejero. Arte callejero hasta decir basta.
– sí buenas? –
Hemos visto tal cantidad de arte callejero en tantas ciudades en los últimos meses, que es como si cuando en las oficinas de turismo se ponen a discutir cómo atraer más turistas, tarde o temprano el gerente de marketing dirá: “Ya sé! Promovamos el arte callejero!… el arte callejero es la solución!”
Igual, siempre es interesante de ver, así que no me quejo 😊.
También tocó escuchar más de esos superlativos “del hemisferio sur” que tanto les gustan a los australianos. Muchísimos “el más alto/largo/viejo/grandioso ____ (complete usted el espacio)” … con la aclaración de “… en el hemisferio sur!”. Con cada ejemplo, los europeos y norteamericanos del tour infaliblemente ponen una sonrisita de aires de superioridad… a nosotros humildes sudacas nos toca guardar silencio. Ni modo.
Dato curioso, pasamos de los caños de agua fría y caliente separados en Nueva Zelanda a caños activados con la rodilla y con secador de manos incorporado. Punto para Australia.
– y así es como se equipa un baño público-
Algunas fotos de la parada en Melbourne (disculpen si pensaban ver mucho de cómo es la ciudad misma… lo pueden Googlear).
La Gran Ruta Oceánica
Melbourne fue nuestra base para una escapada de 3 días por la Gran Ruta Oceánica (o “Great Ocean Road”). Impresionantes paisajes de acantilados y playas rojas (o sea naranjas), así como los famosos 12 apóstoles (de los que en realidad solo pude contar 7 u 8). También pudimos finalmente ver Koalas salvajes. Muy bonito, aunque no sé si yo la catalogaría -como algunos afirman- como “la mejor ruta del mundo- o “el mejor destino de Australia”. Australia es bastante más que esto. Chequen las fotos:
– es muy tarde, estoy cansada, el día fue largo ♫ ♪-
En un bosque de la china paseo por Australia una China me encontré
Ya nos lo habían advertido. Y en cierta medida lo vemos también en Europa, pero como en todo, hay que experimentarlo en persona para saber en verdad cómo se siente. Antes que nada, diré que tengo muchos amigos chinos y todos son muy buena onda… pero los turistas chinos… o sea los típicos, acertadamente estereotipados turistas chinos…mi madre! A ver, cómo lo digo sin sonar muy faltoso.
Hay muchos, muchos (MUCHOS) turistas chinos en esta parte del mundo. Cualquier “atracción” puede pasar de la perfecta tranquilidad al caos superpoblacional (ahí tienes una nueva palabra, Real Academia) en una fracción de segundo, ni bien llegan ellos, en masa, en sus grandes buses de turismo, con la única misión de romper el récord mundial de fotos por minuto, hablando a unos 28 decibeles más alto que el promedio humano. Y seguramente por la barrera lingüística -al menos en las generaciones mayores- evitarán todo contacto visual y no interactuarán con nadie más, ni siquiera si se acaban de chocar contigo y te tumbaron el café (porque seguro estabas entre ellos y su siguiente foto de una rama de árbol cualquiera). No escucharán ni a sus propios guías. Se bajarán, darán vueltas, tomarán fotos, hablarán alto, tomarán más fotos, darán más vueltas, se subirán y se irán. Y a por la siguiente parada. También es cierto que conocimos algunos chinos más jóvenes, viajando en pareja y con perfecto inglés. Mis disculpas para ellos si es que estos comentarios hirieron susceptibilidades.
– Playa desolada, antes de China … –
– … después de China –
Uluru (Ayers Rock)
El clímax de esta segunda etapa en Australia. Volamos a Alice Springs, en el mero centro del país. Desde allí tomamos un tour de bajo presupuesto (que por cierto no fue nada barato) de 3 días y 2 noches al famoso centro rojo (una vez más, léase naranja). Dormimos al aire libre bajo miles de estrellas y caminamos bajo miles de soles (al menos se sentía así), cocinamos con el fuego de la fogata y nos despertamos a las 4 de la mañana 3 días seguidos. Gran invento australiano, estos “swags”, como le llaman a esta especie de colchoneta enrollada dentro de una funda de lona, dentro de la cual se mete uno en su saco de dormir.
-“swags” y fogata listos para la noche –
Uluru fue tan impresionante como todos dicen que es. Tal vez te lo imagines como ese bidimensional cerro “rectángulo” que ves en la típica postal verdad?… bueno, es MASIVO … y lleno de curvas, cuevas, protuberancias, pozos de agua y recovecos. Originalmente azul-grisáceo, teñido de naranja por la oxidación y de gran ancestral importancia para los aborígenes de la región, nos encantó caminar a su alrededor, aprender sus historias y mirarlo desde todo posible ángulo y a toda hora, al amanecer, bajo 40 grados y al ponerse el sol. También nos reímos de los amigos turistas toma-champagne, que pagaron por la versión cara del tour y seguramente nunca supieron lo que es un “swag”.
– acercándonos a “La Roca”-
También visitamos las menos conocidas, pero igualmente -si no es incluso más- impresionantes formaciones de Kata Tjuta (o “Las Olgas”) y Kings Canyon (“Cañón de Kings”?) … del mismo color, pero diferente composición. Uluru es un monolito, Kata Tjuta es más como un aglomerado de rocas, polvo y grava. Miren las fotos (estoy tratando de que el texto no se alargue tanto, recuerdan?).
– Solo a la distancia se puede ver todo Kata Tjuta en una sola foto. Es enorme. –
En resumidas cuentas, genial experiencia. Es tan frustrante no poder capturar en una foto la magnitud de todo lo que uno ve. Las vistas son tan impresionantes, que lo mejor que puedes hacer es mirar con detenimiento y tratar de memorizarlas, porque ninguna foto podrá hacerles justicia (ciertamente no las fotos amateur que este humilde servidor es capaz de producir).
El tour terminó de vuelta en Alice Springs, con una buena cena/fiesta con el grupo. Allí las 3 coreanas, que no habían interactuado con nadie y que siempre llegaban tarde a todo, se desataron tan pronto el DJ puso “Gangnam Style”. El DJ, por cierto, no tenía ni una sola canción latina, ni siquiera una de la tan internacional Shakira. Se justificó diciendo que “esto es Alice Springs, no Sídney”.
Aquí las fotos… prepárense para ver bastante de Uluru (y bastante naranja):
Y llegó la hora de un descanso
Y así mismo, le ponemos fin a los primeros 6 meses de esta aventura, tal cual la iniciamos … en una playa en Bali (gracias a una escala de 36 horas, camino a Amsterdam), desayunando un rico Nasi Goreng, almorzando un saludable “smoothie bowl” (ni idea cómo traducir eso) con coco fresco y tomando una cerveza Bintang (y un Uber de a 1 euro para regresar al hotel) en la noche.
La suerte estuvo de nuestro lado, pues logramos tomar el primer vuelo que operó de Darwin a Bali y el primero de Bali a Amsterdam, luego de todas las cancelaciones que hubo por la erupción del Monte Agung.
– gracias, amigo Agung! –
… y la última fue que hicimos una pequeña trampilla y contamos este día en Bali como parte del presupuesto de Australia (Indonesia ya estaba en los libros contables), así que fuimos a un buen hotel y le agregamos manicure, pedicure y corte de pelo, todo por el precio de nuestro último almuerzo en Australia. La vida en el sureste asiático es dura, amigos. 🙂
Ahora, de vuelta a Amsterdam por unos días, a recordar cómo se siente ponerse Jeans y zapatillas diferentes, recargar baterías y empezar a planear la segunda mitad.
– 6 meses después, de Vuelta a KLM y a los trenes holandeses –
Salió más corto, vieron? 😊
En algún lugar del Medio Oriente, 30 de diciembre de 2017
Que espectacular esta parte del viaje!!!!
De repente tren pa Hamburgo para que los apchurre unos dias en familia no vendrian nada mal ❤️. Que tengan buen viaje back home.
Los quiero mucho!!
LikeLike
Gracias Lore! …y ya estamos de nuevo “on the road”, visitando tu ex-ciudad 😉 … asi que la visita a Hamburg tendra que esperar un poco… pero te vamos a tomar la palabra ehhh…. besos!
LikeLike
Que espectaculares lugares y que bendición estén viviendo tan increíbles experiencias, culturas, soñados lugares compartiendo y conociendo personas de idiosincracias tan diversas y atesorando tantos inolvidables rcuerdos:
LikeLike
Gracias suegrita, siempre de las primeras en leernos! besos a la distancia!
LikeLike
LITA AITA January 7, 2018 at 12:07 AM REPLY
What spectacular places and what a blessing they are experiencing such incredible experiences, cultures, dreamed places sharing and meeting people of such diverse idiosyncrasies and treasuring so many unforgettable memories:
LikeLike
Gracias Suegrita!… y gracias tambien a “Google Translate”, siempre siguiendo nuestras aventuras! Un grande, Google! 😉 besos! 🙂
LikeLike